Esta es una realidad preocupante, al que se le ha de prestar mayor atención, concibiendo sustantivamente que la Inseguridad se deriva fundamentalmente de las debilidades sociales. Es decir que la inseguridad es estrictamente un problema social, derivado del problema de la pobreza, el desempleo, la exclusión social, y otros factores.
Es increíble ver en el país que la delincuencia viene creciendo de manera desmedida, no solo existen en las ciudades zonas de alta peligrosidad, sino también que existen ciudades verdaderamente sitiadas por los delincuentes como el caso de Aguas Verdes, Zarumilla, Tumbes y algunas otras del norte del país.
Ante ello, Es substancial entender que seguridad y desarrollo son dos variables indesligables, que se complementan entre si y por tanto es clave concebir que no hay desarrollo pleno si no hay seguridad, por tanto es urgente enfrentar de manera decisiva dicho problema desde los diferentes niveles de gobierno en el país.
Desde el gobierno central, es loable destacar las decisiones adoptadas por el ejecutivo, de encabezar el consejo nacional de seguridad ciudadana por el propio presidente de la republica, lo que inspira confianza hacia una verdadera lucha contra la delincuencia. Sin embargo, será importante que el congreso de la república emita normas contundentes y severas que enfrenten drásticamente la situación.
La policía nacional, no asume su rol en su verdadera magnitud y endosó a su suerte a los gobiernos locales tales responsabilidades, particularmente a los cuerpos de serenazgo, evadiendo acciones como operativos en zonas de alta peligrosidad, patrullajes conjuntos, entre otros, sabiendo que los serenos no tienen facultades para hacer detenciones y demás intervenciones mayores.
Los gobiernos regionales, aun no se han fortalecido en el tema de seguridad, cumpliendo a duras penas, de manera endeble y superficial con la conformación del comité regional de seguridad ciudadana, sin mayores compromisos reales, pues no sentimos su presencia, protagonismo, ni liderazgo para enfrentar la situación, tampoco no se constituyen como un verdadero soporte de los gobiernos locales en este aspecto.
Aparentemente, da la impresión que la mayor responsabilidad es de los gobiernos locales, por la presencia y despliegue de los cuerpos de serenazgo, con intervenciones y operativos frecuentes que se producen en la ciudad, se hacen sentir su presencia velando por la seguridad de la ciudadanía, cuando en el fondo, esta gran tarea es responsabilidad de la policía nacional con apoyo de las municipalidades.
En Huancayo, aun está pendiente la instalación de video cámaras de seguridad ciudadana cuyo expediente técnico y financiamiento se encuentran aprobados para su ejecución desde el 2010, que la actual gestión municipal no le está dando la debida atención, la misma que servirá para desarrollar un adecuado control en las zonas críticas de la ciudad
Finalmente, también la propia población ha de cumplir una gran responsabilidad, empezando por brindar una optima formación a sus hijos, organizándose en brigadas en sus barrios y realizar las famosas rondas de seguridad en coordinación con las autoridades pertinentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario